LOS NOTARIOS Y EL DIVORCIO

FUENTE: diariodejerez.es

FECHA: 14 Febrero 2012

AUTOR: Antonio Robles Morión. Abogado y mediador familiar |

A raíz de la reciente propuesta del Ministro de Justicia Alberto Ruiz Gallardón donde se le otorgarían facultades a los Notarios para que tengan competencia en divorcios de mutuo acuerdo, se me ocurre que la futura normativa debiera implantar como preceptivo que aquellas parejas que acudan por una separación o divorcio de mutuo acuerdo a ser gestionado ante el Notario pasen previamente por el proceso de Mediación Familiar. Con lo cual se garantizaría y perfeccionaría el acuerdo al que hubieran llegado las partes con todas las bondades que la Mediación Familiar ofrece. Dejando al Notario la aprobación del convenio regulador conforme al acuerdo tomado por las partes en el acuerdo de  Mediación Familiar. Queda a salvo la intervención de los abogados en el procedimiento bien sea en sede judicial o en sede notarial, según reciente comunicado reivindicativo del Consejo General de la Abogacía Española ante la propuesta del Sr. Ministro. Ya que es el abogado el responsable de darle  redacción al convenio regulador de divorcio según el acuerdo al que han llegado las partes. Es decir, sabemos que dentro de los principios de la Mediación está el pasarle el acuerdo a un compañero abogado para que sea este el que lo eleve ante al juez para su homologación.  En este caso sería al Notario. Pues bien, si la propuesta del Ministro de Justicia Sr. Gallardón sigue adelante, será el abogado el que represente a los futuros divorciados ante el Notario como si de sede judicial se tratara. Pudiendo el Mediador transferir  al abogado el acuerdo  al que han llegado las partes en Mediación Familiar para que sea este el que le de redacción de convenio regulador. Queda claro que el Notario no puede hacer una labor de mediación, porque él no es Mediador. El Notario podrá protocolizar y dar fe del divorcio. Demos al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios. Insisto en que debería ser preceptivo y la futura norma debería recogerlo,  el pasar por el proceso de Mediación aquellas parejas que desean separarse o divorciarse, ya que con ello ganarían en garantía y perfección en los acuerdos a los que voluntariamente lleguen con la ayuda del Mediador.
Un divorcio de mutuo acuerdo, sin hijos y con el pleno consentimiento de las partes, puede esconder ciertas “irregularidades” que no tienen por qué ser meramente jurídicas. Me explico, no debemos pretender llegar al acuerdo por el simple mero acuerdo. Ya que psicológicamente se puede dar un  complejo de culpabilidad por una de las partes, puede haber despecho por la otra, se puede dar una desigualdad moral o material entre ellos, un desequilibrio de poder, circunstancias todas ellas que merman un verdadero acuerdo justo y razonado. Y aunque los interesados en el divorcio estén de acuerdo, lo firmen y salgan corriendo cada uno por su lado, el acuerdo al que lleguen les puede pesar en un futuro a corto, medio y largo plazo, ante posibles crisis emocionales y de identidad personal. Aquí un proceso de Mediación Familiar puede hacer mucho.  El Mediador puede ayudar a las partes a equilibrar sus intereses y sus emociones y llegar a un acuerdo libre, sin odio, sin prejuicios y satisfactorios para ambos no solo en los material, sino también, y es muy importante,  en lo personal. Se está trabajando para que toda demanda de divorcio, con hijos o sin hijos, que lleguen al juzgado, el juez la derive a Mediación Familiar. Es este un buen momento para pedir que toda demanda de divorcio que llegue al Notario pase anteriormente por Mediación Familiar. El objetivo de llevar  el divorcio ante el Notario no debería ser tan solo el descongestionar a los juzgados, no nos imaginamos al Notario mediando ante un conflicto familiar por muy de acuerdo que estén las partes.  Ante todo debe primar el interés de las personas y la realización de las mismas. Por todo ello se debe considerar que la Mediación puede jugar un papel muy importante a favor de aquellos que por razones que solo a ellos les compete quieren darle un cambio a sus vidas.